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¿Quieres limpiar paredes blancas sin pintarlas? ¡Te decimos cómo!

Toma nota de este truco casero para que las paredes blancas parezcan recién pintadas.

Tan sólo necesitas masilla para rellenar agujeros, un recipiente y una esponja. Y por supuesto, los ingredientes estrella: agua, jabón de lavavajillas, vinagre blanco y bicarbonato sódico.

Lo primero que hay que hacer es quitar todos los restos de pegamento de doble cara que hayas usado para colgar láminas y otros elementos decorativos. Para ello acudimos al sencillo truco del secador: ablandar primero con calor el resto de pegamento y quitar después con una espátula. No te preocupes por la mancha que quede.

Si las paredes, además presentan agujeros: rellena los huecos que queden después de haber puesto tacos y clavos por todo el cuarto. Dejarás las paredes completamente listas para comenzar la labor de limpieza.

Para limpiar las paredes de restos de pinturas, manchas y dibujos prepara en un barreño una solución de agua caliente con jabón de lavavajillas, vinagre blanco y una cucharadita de bicarbonato sódico para blanquear. Ten a mano un estropajo nuevo (con doble cara, para frotar en las manchas más difíciles y eliminar restos con la otra), una balleta (para secar) y unos guantes.

Comienza frotando la pared con la parte áspera del estropajo en movimientos circulares hasta terminar con la mancha. Después, con la parte más suave, en movimientos verticales, de arriba a abajo para retirar restos, con agua clara. Si queda muy húmedo, pasa la balleta por encima. Pero lo mejor es dejar secar al aire.

Repite esta operación en cada una de las paredes y ventila bien después la habitación. Dejarás la habitación como nueva.

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